Gath & Chaves en Argentina Provincias / España

Esos dos apellidos que se llegaron a pronunciar como uno solo y le llevó a decir a una nueva rica… “El otro día tomé el té con la Señora Gatichavez”. Sin embargo el tema que nos ocupa tiene su aquel… Alfred Gath padecía tafofobia… pero mejor lo cuenta desde Villa María, Julio A. Benítez, autor de una sección muy atractiva siempre en “El Regional Semanario” que dirige en esa ciudad cordobesa de Argentina el periodista Miguel Andreis. Vamos al evocativo y terrorífico relato…
“Gath & Chaves” y una fobia muy particular: El miedo a ser enterrado vivo
Alfred Gath padecía de tafofobia, motivo por el cual contrató a un técnico en la materia, que le fabricó un ataúd a medida, con apertura automática que funcionaba al menor movimiento registrado por su ocupante. Además, la puerta del panteón se podía abrir desde su interior.
Por Julio A. Benítez
Cuando el ferrocarril era el único medio de transporte que comunicaba a todo el país, desde La Quiaca a Tierra del Fuego y desde Los Andes hasta el Océano Atlántico, las grandes tiendas de la Capital Federal enviaban folletos a todos los pueblos del interior, ofreciendo vestidos, trajes, sombreros, sobretodos, pilotos, tapados, calzados, juguetes, ropa para niños, lencería, bazar, blanco, etc.
En cada hogar se elegía la prenda que cada uno necesitaba, de acuerdo a su talle, el que estaba indicado en la muestra. Se abonaba contra reembolso, sistema de cobro que realizaba el cartero al entregar la mercadería. Caso contrario el pedido se devolvía al remitente.
Pero cuando un cliente era consecuente con la tienda, podía solicitar un crédito para cancelar hasta en diez cuotas. La empresa “Gath & Chaves”, informaba en el mes de enero de 1940 que: “Toda la mercadería ha sido fuertemente rebajada a pesar de las grandes alzas y dificultades que hay para conseguirla. Aproveche Ud. esta oportunidad que le brindamos para comprar cuanto necesite a precios convenientes-Sea previsor-Compre para guardar- Ahorrará dinero”. (1)
En la villa
Además, disponía de un viajante itinerante que recorría el país, con las muestras en su valija, que las mostraba en el hotel donde se hospedaba, tal como podemos apreciar en la revista “La Idea” Nº 25 del 16 de abril de 1905, que anunciaba la visita del señor José Hernández, su representante en ese momento, que se hospedaba en el “Hotel España”, Avenida L.N. Alem (frente al túnel), en la ahora ciudad de Villa María, Córdoba, Argentina.
Es interesante conocer como fue el origen de ese emporio conocido comúnmente como “Gatichaves”. Alfred Gath, inglés, (1852/1936), que había llegado a Buenos Aires en 1881 ingresó como vendedor en la “Gran Tienda Burgos”, Florida 75, donde trabajaba el santiagueño Lorenzo Chaves (1854/1932).
Entablaron una gran amistad, que fue el trampolín que los impulsó a independizarse, instalando su propia tienda, en 1883, en la calle San Martín, dedicándose al mismo ramo. Fueron importadores de las mejores telas de origen inglés, fabricaban sus propios modelos, para hombres, mujeres y niños, además de habilitar la venta de todos los artículos necesarios para el hogar.
Aquella tienda se convirtió en un emporio en continuo ascenso, construyendo nuevos edificios en pleno centro de Buenos Aires con 19 sucursales en las principales ciudades del país. En 1922 la transformaron en Sociedad Anónima, habilitando a todos sus empleados con acciones. Al poco tiempo la tienda inglesa “Harrod’s” compró gran parte de la empresa “Gath & Chaves”, que en el año 1974 cerró sus puertas.
La fobia
Alfred Gath padecía de tafofobia (2), motivo por el cual contrató a un técnico en la materia, que le fabricó un ataúd a medida, con apertura automática que funcionaba al menor movimiento registrado por su ocupante. Además, la puerta del panteón se podía abrir desde su interior.
Además, Gath iba al cementerio todas las semanas, entraba a su panteón y probaba el sistema. Acostado en el cajón, se movía, la tapa se abría y salía del camposanto, silbando bajito. Es indudable que el sistema funcionaba a la perfección, ya que cuando falleció, en 1936, verdaderamente había muerto, pues nunca, nadie, lo vio aparecer por los lugares que solía frecuentar.
(1) La inflación ya comenzaba a funcionar en la economía del país.
(2) Del griego Taphos (Tumba) que quiere decir miedo a ser sepultado vivo.
Fuente: Página web
Por Julio A. Benítez – jbenitez156@hotmail.com para El Regional Semanario de Villa María, Córdoba, Argentina
Argentina Mundo seleccionando notas y entrevistas de publicaciones de las provincias argentinas
Otras Notas
Radio Aldiser - Voz Argentina con Yosoytango y otros programas
Palencia - Cuna de ancestros de San Martin y Villoldo
El viaje a España de Evita - Eva Perón - Su trayectoria política
Domingo Amaison en Argentina Mundo - Corriendo en Galicia y el mundo
Homenaje a Buenos Aires - Argentina Tango de España
Origen del Pericón Nacional - Argentina Folklore -Viajando por Asturias
Japón - Coria del Río, Sevilla - Galicia y las Camelias - Argentina Mundo - España
Vídeos
Argentina Mundo en la Casa Museo de Cristóbal Colón
Amigos de mi pueblo - Radio Municipal de General Baldissera
Enrique Migliarini - Volver a Barracas y La Boca con Tangos
La luz mala no es una leyenda - Argentina - Canarias
Irene Aschero con Tangos en Galicia
Angeles Ruibal canta y pone música a Yupanqui - Tiempo del hombre
Aldiser recita La Maestra de Gagliardi en Pontevedra
Europeas bautizadas como Argentina
Eduardo Aldiser
Canal Aldiser Aldiser Radio Argentina Mundo Argentina Folklore Argentina Tango