Eva Perón, que ahora podía después de muerta volver a usar su verdadero nombre, regresaba a España por segunda vez. Terminaba así un trágico periplo que comenzó después del golpe militar que derrocó al general en septiembre de 1955. El 23 de noviembre de aquél fatídico año, dos meses después de la llamada Revolución Libertadora, el Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) al frente de un comando, subió a la cámara mortuoria, y ante un desesperado Pedro Ara (el do...Artículo subido el 28/01/21